La hipocresía del venezolano

Posted on jueves, 29 de octubre de 2009
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Esta es la historia de Juan, Pedro, María, Emilia y Mauricio, venezolanos que, como muchos, saben que las cosas en el país están realmente mal: corrupción, inseguridad, mala educación, pésima salud, inflación, y pare usted de contar.




Juan, quién constantemente se queja de la corrupción en el país, está plenamente seguro de que la culpa de la actual situación es de los dirigentes políticos, pues son una partida de corruptos sin el más mínimo grado de moral cuando de agarrarse el dinero de los demás se trata. Juan, acaba de comprar dos empanadas y la señora que lo atendió le dio vuelto de Bs. 50, aún cuando el había pagado con Bs. 20. Juan está brincando en una pata.


Pedro, atribuye buena parte de los problemas del país a policias, militares, fiscales y demás funcionarios matraqueros y corruptos. Pedro, que pagó para obtener su licencia de conducir y que carga el certificado médico vencido desde hace dos años, acaba de ser parado por un fiscal, quién lo amenazó con meterle 10 unidades tributarias “por el pecho” y con remolcarle el carro. Pedro, muy hábilmente, le respondió al oficial “¿De qué otra forma podemos arreglar esto mi pana?”.


María, constantemente se queja de la inseguridad vial en Venezuela; no deja de mostrar su impotencia ante la falta de conciencia de los gandoleros y autobuseros, y no es para menos, estos “asesinos al volante”, como ella los llama, andan a 140KPH por las autopistas y se ponen a medio metro de los vehículos de otros conductores tocando corneta y cambiando luces para que, literalmente, se aparten de su camino. María, mientras habla por teléfono, va por el carril de emergencia de la Autopista Regional de Centro a 140KPH pasando a varios vehículos, pues va a llegar tarde al trabajo.


Emilia critica, y con mucha razón, la regaladora de dinero del gobierno a otros países; y es que es inexplicable que en un país con tantas carencias se esté regalando a diestra y siniestra lo que le corresponde a los venezolanos. Emilia muestra su descontento por el caso de los $800.000 de Antonini Wilson, los $80.000.000 y las ambulancias que le regalaron a Bolivia y por los Mirage que le donaron a Ecuador. Emilia, acaba de raspar su cupo en dólares en Curaçao en medio día, y ya está de regreso a cuadrar con sus amigos y familiares para comprarles sus respectivos cupos.


Mauricio, muy acertadamente, prefiere culpar a la sociedad en general. Ciertamente, como él dice, la raíz de la mayoría de los problemas está en que los venezolanos son muy vivos y sólo piensan en sí mismos; para él, la llamada viveza criolla es el ingrediente principal para tanta corrupción, violencia e inseguridad. Mauricio, quien debía hacer un depósito en el banco, se ahorro tener que calarse una cola de más de 60 personas y tres horas gracias a que se encontró a su pana Juan de quinto en la cola; Juan “le hizo la segunda”.


Juan, Pedro, María, Emilia y Mauricio saben muy bien quienes tienen culpa de los problemas en este país: Chávez,  Rosales, CAP, AD, COPEI, el PSUV, la cuarta, la quinta, la sexta, los policias, los fiscales, los chavistas, los opositores, los “ni-ni” y hasta el perro.


Como estas, mil historias más que no son más que una muestra de la hipocresía, el cinismo y el descaro de mucha gente que, con mucha razón, se queja de los problemas del país, pero que se muestra incapaz de asumir responsabilidad alguna ante los mismos; y es que siempre es más fácil echarle la culpa a los demás.

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Comments

One Response to "La hipocresía del venezolano"

  1. 3rn3st0 on 30 de octubre de 2009, 11:26

    ¿Quién no ha protagonizado una de estas historias?

    Triste, pero cierto.

    Saludos desde Guanare. Lástima que no firmas (o firman) los posts (aún cuando fuera con pseudónimo), así sabría a quien me estoy dirigiendo.

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